EL AGUA INVISIBLE

El agua es una molécula muy especial que tiene un montón de superpoderes, de los que iremos hablando poco a poco. Para empezar me gustaría hablar de su estado gaseoso, porque, viendo diferentes libros de texto y escuchando a mis alumnos de Secundaria, tengo la impresión de que existe algo de confusión

Para no andarme por las ramas, el objetivo de esta entrada es dejar una cosa clara:
¡LAS NUBES NO SON VAPOR!

El vapor de agua, como es un gas, no se puede ver. El aire contiene una mezcla de gases, entre los que se encuentra el vapor de agua, y sabeis que el aire no se ve.

Pero cuando una masa de aire es obligada a elevarse, se enfría y el vapor de agua que contiene se condensa formando gotitas diminutas, que sí podemos ver y que son las que forman las nubes.

Os pondré un ejemplo: al espirar, siempre elimináis una parte de vapor de agua, pero sólo lo veis cuando hace frío y nada mas salir de vuestra nariz o boca se condensa.
Este mismo principio es el que hace que se formen las nubes, se forman a partir del vapor de agua que hay en el aire, pero no son vapor, sino agua líquida.

Es imposible aportar una imagen de algo que no se ve, por eso ni yo aquí, ni nadie en ninguna parte os pondrá una foto del agua en su estado gaseoso. Sin embargo, en los libros de texto aparecen imágenes como las siguientes:

En todas estas imágenes, lo que vemos es una nube de gotitas que se forman al condensarse el vapor de agua en contacto con el aire de alrededor que está más frío. Obviamente también hay vapor, pero no lo vemos. Puede darnos en la cara y podemos notar su calor, incluso nos puede quemar, pero no se ve.

Igual he sido un poco pesada, pero me propongo publicar varias cosas sobre el agua en los próximos días, y me ha parecido importante aclarar primero esta cuestión.

Acordaros de todo esto cuando habléis con vuestros hijos. Y podéis aprovechar el frío y comprobar con ellos cómo se forma esa nubecita al soplar en la calle. No olvidéis hacerlo también en casa, para ver la diferencia.

Otra idea para hablar de esto con los niños es coger el secador, al salir de la ducha, y enchufarlo hacia el espejo del baño. Así podrán ver cómo con el aire caliente, las gotitas minúsculas que se habían condensado se vuelven a evaporar y el cristal se desempaña.